El día 8 de Julio de 2009, mientras ultimaba los detalles de mi tesis de grado, un flash de noticias anunciaba por la radio la muerte de una joven embarazada sanfrancisqueña tras un robo en su vivienda, lógicamente presté atención, pues un caso de tal magnitud conmociona a cualquier persona. Mi condición de mujer y además la forma en que esta chica encontró la muerte, alcanzaron para sentirme consternada por lo ocurrido.
En Córdoba, el bombardeo mediático, las versiones del caso que iban mutando, la falta de profesionalismo al trasmitir los detalles. El circo de los medios hacía una parada en San Francisco. Quienes no vivíamos acá, recibíamos noticias diferentes cada día, pero todas con el mismo leitmotiv, el morbo.
En San Francisco, comencé a tener un panorama más claro de lo acontecido, sin embargo las versiones de su muerte eran más diversas aun. Mientras más datos se conocían, aparecían más interpretaciones de lo ocurrido. La declaración espontánea de Forti, también involucrado en el hecho, dejó al viudo como el principal sospechoso de planear y además perpetrar la muerte de su esposa embarazada, esto acompañado de un conjunto de pruebas que lo incriminan más aun.
Después de casi dos años, llegó el momento de saber con certeza qué pasó. A lo largo de estos días trasmitiremos con seriedad, respeto y exhaustividad todo lo que acontezca en Tribunales, una cobertura periodística integral, para que la verdad sea el único leitmotiv del caso.
Analía Romero Asef
RECUERDO QUE AL DÍA SIGUIENTE EN UN CAFÉ DEL CENTRO TODOS HABLABAMOS DE INSEGURIDAD Y UN MUCHACHO MUY VERBORRAGICO NOS DIJO:LA MATÓ EL MARIDO, YO LO SÉ DE BUENA FUENTE, AL POCO TIEMPO SUPIMOS QUE TRABAJABA CON UN FAMILIAR CERCANO DE UNO DE LOS IMPUTADOS
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