lunes, 25 de abril de 2011

LO QUE DIJO FORTI FRENTE AL FISCAL

Leonardo Forti recuerda que una noche se encontró con Alejandro Bertotti, en un bar denominado “Excalibur”, sito en calle Bv. 25 de Mayo, bien al lado del Sanatorio San Justo. Recuerda que esa noche se encontraba en dicho bar jugando al pool y tomando unas cervezas con amigos. Ese día habló con Bertotti, preguntándole si  tenía trabajo. Luego se siguió viendo con Bertotti, en el supermercado 555, que esta ubicado en calle López y Planes y Caseros, donde Bertotti lo citaba para hablar, dado que le había dado su número de celular. Recuerda que Bertotti le decía, que cada vez que lo llame lo hiciera desde una cabina, y cómo en Larrea y Caseros hay un kiosco que tiene cabinas, Forti lo llamaba desde ahí en horarios de trabajo, antes de las doce o después de la dieciséis. Cuando lo llamaba a Bertotti, era para que se vieran ahí en el supermercado 555.  Bertotti en un momento le dijo que tenía un trabajo para él, y que era que tenía que “pegarle”, al que lo pasaba a buscar.-
Además le dijo que esa persona a la cual tenía que pegarle porque lo pasaba a buscar, trabajaba en una Farmacia que está al frente del boliche “Atlantis”, por Bv. 25 de mayo, en una esquina. Le dijo que esta persona tenía una auto marca Ford Escort rojo.  Bertotti, le dijo que tenía que pegarle a esta persona un tiro en la pata, que lo tenía que seguir, pero no le pedía tiempos. Que para hacer ese trabajo  le iba a pagar, no habiéndole dicho cuánto. Forti le mentía, diciéndole que lo seguía, que lo esperaba, que lo veía jugando al paddle en los Plátanos, pero que no se daba la oportunidad para hacer el trabajo. Que cada vez que le decía algo a Bertotti,  aprovechaba para pedirle plata, por lo que le decía, dándole Bertotti, cien o trescientos pesos, que no tenía dramas Bertotti, y más por que el dicente le decía que necesitaba para remedios. Bertotti, le contaba que su mujer era una hija de puta, lo gorreaba, le pegaba a la nena, que él ya no aguantaba más, que no podía dormir bien de noche, no descansaba, que se le caía el pelo, porque estaba muy nervioso.
Pero nunca le dijo que quería hacerle algo a su mujer. Que aproximadamente dos semanas antes de que pasara lo que pasó, Alejandro Bertotti, siempre en el Supermercado 555, lugar donde lo pasaba a buscar, en un auto azul, no recordando marca, vidrios polarizados, daban vueltas, y le preguntaba siempre por el trabajo, es decir si había seguido al vago del Escort, pero él lo mantenía con evasivas, que no se daban los tiempos, que no encontraba el momento. Que cómo Forti trataba de evitar a Bertotti, y no lo llamaba, éste lo llamaba al teléfono fijo de su casa. Recuerda que Bertotti, en uno de los encuentros le dijo al dicente, que el día miércoles ocho de julio de éste año, lo pasaría a buscar a las seis y media de la tarde, por la esquina de su casa, ese día no se hablaron por teléfono. Que recuerda que efectivamente ese día siendo aproximadamente las seis y media de la tarde, siendo ya oscurito, Bertotti, a bordo de su auto azul, con vidrios polarizados, lo pasó a buscar por la esquina de su casa, Río II esq. Larrea. Él estaba sentado en esa esquina, Bertotti frenó el auto, el dicente se subió en el asiento delantero, lo llevó hasta el fondo del barrio, recuerda que Bertotti tenía ropa clara de trabajo, le parece que eso que usan los médicos, se puso una campera oscura arriba del auto, al dicente lo pasó al asiento trasero del auto, que el dicente tenía un hierro grueso macizo, y cuando reaccionó ya estaba adentro de la casa. Forti ese día había estado fumando marihuana y  tomando alcohol. En el trayecto Bertotti, le decía que iban a ir a la casa de él, y que le iban a dar a la mujer. Dice que cuando le dijo que le iban a dar a la mujer no entendió bien de que se trataba. En el trayecto también Bertotti, le iba contando la plata, recuerda que contó diez mil pesos, todo billetes de cien, que era la plata que le iba a dar y que se la iba a dar en su casa. Él sabía donde vivía Bertotti, recuerda que cuando llegó a la casa, Bertotti, entró el auto al garaje, y  el joven iba acostado en el asiento trasero. Que vio las luces prendidas del garaje, después de entrar el auto, Bertotti, se baja, él estaba todavía adentro del auto, cierra el garaje, Bertotti apaga las luces.
Forti se quedó ahí quieto en el auto acostado siempre en el asiento trasero.- Que escuchaba que Bertotti hablaba con su mujer y que cuando estaba por bajarse el dicente del auto, escuchan que suena el teléfono, escuchando que hablaba la mujer. Que en un momento Bertotti, se vino del nuevo al auto, le abrió la puerta, y él  se bajó. Que apenas lo hizo, con el fierro que tenía el dicente le pegó un fierrazo a Bertotti en la cabeza, recuerda que después Bertotti se fue para la cocina. Él salió del garaje y ahí vio que la mujer de Bertotti, estaba mirando por una ventana hacia la calle, que él  le pegó un fierrazo a la señora que quedó como desmayada, que ahí Bertotti le dio la plata, y le dijo yo me voy, yo me voy, porque estaba asustado, recuerda que Bertotti, le dijo salí por el frente y cruzá en diagonal la ruta hacia el sur. El joven agarró la plata, no la contó ni nada, intentó abrir la puerta del frente, y como estaba con llave, abrió, y se fue y cruzó al frente como le había dicho Bertotti.
El hierro que llevaba recuerda que lo tiro en la boca del agua de las calles que hay en su barrio, por López y Planes media cuadra de Caseros. Recuerda que tenía una capucha, un gorro y bufanda. Que recuerda que a Bertotti le rompió la nariz y el ojo, cuando le pegó, que recuerda  que en ese momento le salta sangre en el buzo, y un poquito en el pantalón, ropa que hizo lavar en su casa, y luego le prendió fuego. Que ese día ni contó la plata, que la contó al otro día y se dio cuenta que había mil quinientos pesos. Que el día que el  entró a la casa de Bertotti, no escuchó que ladrara ningún perro. Sí Bertotti, le había contado que salía caminar todas las noches con el perro, y que todos los miércoles llevaba la nena a la casa de sus padres o a la casa de sus suegros. El dicente no le contó nada a nadie, nadie sabía nada ni su madre ni su novia. Él se enteró de todo lo que había pasado ese mismo día, recuerda que estaba acostado al lado de su viejo, y sentía como que le había pasado un tren por arriba, quedando sorprendido porque había sido una masacre.- Que recuerda también que en los encuentros Bertotti le decía “yo estoy loco, yo estoy loco, vos no me vas a fallar”.
Además recuerda que el día viernes después del hecho,  había estado dos días en cama, no había salido de su casa. El viernes a la noche se juntó con sus amigos en su casa. Que recuerda que siendo aproximadamente las dos de la mañana, es decir madrugada del sábado, el dicente salía a comprar una gaseosa y ahí vio que venía una persona con un gorro negro, con un perro o perra boxer, y cuando se cruzaron se dio cuenta que era Bertotti, allí el dicente le dijo vos estás loco, vos estás loco, me mentiste, contestándole Bertotti, quien estaba totalmente alterado, que lo estaban apretando a él, y ahí saco plata, y le dijo acá está lo otro, recordando que cuando lo contó había cinco mil quinientos pesos, todo en billetes de cien. Ahí Bertotti le dijo que si le tocaba perder no dijera nada, que él lo iba a ayudar en todo. Que luego Bertotti se fue caminando, que el dicente lo corrió a la mierda le dijo vos sos loco cómo vas a venir acá a mi casa. Que ese día más temprano a la tardecita el dicente había visto un auto azul por el barrio que el pareció que era el de Bertotti, y después Bertotti le dijo que lo había andado buscando esa tardecita. También recuerda que la mujer de Bertotti, cuando lo vio venir  se sorprendió, lo miró como no entendiendo nada, que él se acuerda bien esa cara e inmediatamente se cayó en el mismo lugar.
Además recuerda que Bertotti, luego que el dicente le pegara el fierrazo, se chocaba las paredes y tumbaba todo, cómo una barrita, donde había cosas de vidrio que se cayeron al suelo. Forti con la plata compró alcohol, marihuana, tabletas de pastillas, para todos sus amigos, pero nunca mostrándole a sus amigos la plata. Muchas veces Bertotti, antes del hecho llamaba a la casa del dicente y se hacía pasar por Fernando, que el dicente también le decía a Bertotti, Fernando. Muchas veces Bertotti, antes del hecho, en horas del mediodía lo iba a buscar a su casa y cuando atendía la madre del dicente, le decía que lo necesitaba para hacer unas changas. Que muchas veces se quedaron sentados con Bertotti en un pilarcito que hay en su casa. Después el dicente se fue a Villa María, el día miércoles, diciendo que se iba de vacaciones al campo de su tío. Que el dicente también recuerda que esa noche le pegó dos piñas a Bertotti, una en el ojo izquierdo. Que Bertotti nunca le había dicho que su mujer estaba embarazada.
Que recuerda entre otras cosas que la mujer de Bertotti, le gritaba, “Ale estoy embarazada, Ale estoy embarazada”, no recordando luego nada más. Que recuerda que Bertotti, siempre le mostraba la plata que le iba a dar, abriéndole para mostrarle una carpetita marrón con otros papeles y una gomita que cruzaba la carpeta. Que él dicente nunca quiso hacer nada en contra de nadie, pero sí lo buscaba para hacerle la plata, sacársela de alguna forma. Que Bertotti le había dicho que el que lo gorreaba, era casado, y que su mujer trabajaba con él. Recuerda que en la casa de Bertotti en el comedor había una mesa de madera. Que si bien sabía que vivía en ese lugar Bertotti, por que se lo había dicho, nunca antes había entrado a la casa. Que Bertotti, era a su vez amigo de un hermano más grande del dicente.- Que no se lo presentó su hermano, que cuando lo conoció recuerda que Bertotti le dijo: ah vos sos Forti, sos hermano del …, yo me crié con el ... Que recuerda el dicente que ese día estaba vestido con un buzo verde y un pantalón gris. Que el dicente los quemó en el fondo de su barrio. Que esa ropa el dicente la había puesto en una bolsa. Que el pantalón a pesar de haber sido lavado, le habían quedado unas manchas. Que recuerda que tenía un sirio puesto y una gorra pero eso no se había manchado, que esas prendas no las quemó.-
Que recuerda que en el garaje no había mucho lugar para moverse, pero la puerta no chocaba contra la pared. Cuando Bertotti fue el viernes a llevarle la plata, recuerda que le dijo me confundí, porque primero dije que no podía reconocerlos, y después dije que podía reconocerle la boca y las cejas. Que nunca  se trabó en lucha con la mujer de Bertotti, y que está tampoco lo agarró de los pelos. Que el dicente nunca tuvo teléfono celular, que cuando Bertotti, quería ubicarlo lo llamaba a su casa. Que Bertotti, siempre le decía que lo llame al celular, pero desde una cabina. Que ahora también recuerda que Bertotti, convenció a su mujer para que vaya a la ventana del living. Que también recuerda que una vez Bertotti, le contó que había visto un vago que había querido robar al lado de su casa, y cómo lo había visto, y que después de eso lo habían amenazado llamándolo a su celular. Que eso lo había denunciado en la policía. Que también a raíz de eso escuchó una de las veces que iban en el auto con Bertotti, y éste le preguntaba si podría tener el teléfono intervenido por eso.

5 comentarios:

  1. que los maten a los dos bien muertos eso se lo merecen por asecinos seriales

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  2. ES INCREÍBLE, ESA BESTIA NO TUVO PIEDAD, CUANTA FRIALDAD PARA PLANEAR TODO, EL OTRO, POBRECITO, UN ADOLESCENTE AL QUE NINGUN ADULTO SUPO CONTROLAR... CUANTAS VIDAS ARRUINADAS, NO HAY DERECHO

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  3. La verdad qe conozco al Leo de toda la vida, tanto el como su familia son personas de corazon.. tmb se que el se mando sus cagadas y va a tener que pagar por eso .. `pero me parece que BERTOTTI no tiene que salir mas de ahi adentro..

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  4. Leonardo fue una víctima de su adicción

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  5. bertotti asesino hijo de puta y forti gil y puto...forti se va a cansar de trabajar de ama de casa en la carcel lo van a tener de lo q es UNA NENA...

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